Un niño sentado en un sofá usando una tablet junto a un mensaje sobre la importancia de la educación sexual para prevenir el abuso sexual infantil.

Los 10 consejos para hablar sobre sexualidad en familia durante las vacaciones de Navidad

Platanomelón ha creado La Academia para ofrecer herramientas y guiar de forma práctica a las familias en la educación sexual de sus hijos

¿Cuándo hay que empezar a hablar de sexualidad con los hijos e hijas? ¿Qué información es adecuada según su edad? ¿Y si se exploran, es normal? Estas son solo algunas de las preguntas que muchas familias se hacen cuando piensan en la educación sexual, pero que pocas se atreven a verbalizar.

Ahora, con las vacaciones de Navidad y más horas libres en casa, muchas familias se encuentran con un contexto ideal para abordar este tema con calma y naturalidad. Los periodos no lectivos suelen ofrecer más tiempo compartido, menos prisas y más oportunidades para observar conductas, responder dudas y abrir conversaciones que durante el curso escolar se posponen.

Por qué la educación sexual en casa no puede esperar

La realidad es que la mayoría de familias reconoce no saber cómo abordar la educación sexual con sus hijos. Existe miedo, desconocimiento y la falsa idea de que “ya lo aprenderán cuando toque” o de que “eso se enseña en el colegio”. La realidad es que, si no hay una conversación abierta en casa, la infancia buscará respuestas en TikTok o incluso en el porno.

Los datos de Platanomelón lo confirman: el 75 % de las personas nunca o rara vez ha hablado de sexualidad en casa. Como consecuencia, el 73 % recurre a sus amigos para resolver dudas y el 51 % busca respuestas en redes sociales o internet. Un vacío que, en etapas como la adolescencia, puede resultar especialmente problemático: el 90 % de los jóvenes consume pornografía, muchas veces desde edades muy tempranas, mientras que la mayoría de padres cree que no lo hacen.

Los 10 consejos de Platanomelón para las familias

Con el objetivo de ofrecer herramientas útiles a madres y padres, Platanomelón ha lanzado La Academia, un espacio online donde aprender sobre educación sexual en familia  a través de seis módulos: uno introductorio, tres dirigidos a las distintas etapas del desarrollo, y un módulo práctico para trabajar habilidades comunicativas e inteligencia emocional.

Las sexólogas expertas de la compañía destacan diez ideas esenciales para entender y acompañar de verdad la sexualidad infantil:

1. El tabú no es innato, se aprende

Las niñas y niños se exploran desde pequeños. Lo que genera vergüenza, incomodidad o culpa no es su comportamiento, sino cómo reaccionan los adultos. “El tabú no está en la infancia, sino en los adultos”.

2. Educar no es dar una charla, es acompañar desde el principio

La educación sexual no empieza en la adolescencia ni con una única conversación. Empieza desde que nacen, al nombrar las partes del cuerpo o hablar del consentimiento con gestos cotidianos. “La sexualidad no empieza en la adolescencia, empieza al nacer”.

3. Lo que no se nombra, no existe

Callar no protege. Al contrario: deja a los peques vulnerables frente a otras fuentes que no siempre son seguras, como redes sociales o contenidos no adecuados a su edad. “Si tú no les das la información, la buscarán en TikTok o en el porno”.

4. El mayor error es no hacer nada

No hace falta saberlo todo para empezar. A veces basta con escuchar, acompañar y mostrar disponibilidad para hablar. “No hace falta tener todas las respuestas, solo disponibilidad para acompañar”.

5. El cole no basta: la familia también educa

Aunque la educación sexual debería estar garantizada en la escuela, la realidad es que sigue siendo insuficiente. Por eso, el papel de la familia es fundamental. “La educación sexual no es una asignatura, es una forma de estar en el mundo”.

6. “Hablar de sexo” no es sexualizar a la infancia

Nombrar correctamente el cuerpo, explicar qué es el consentimiento o enseñar a poner límites no es adelantar contenidos, sino dar herramientas adaptadas a su edad. “No se trata de adelantar contenidos, sino de estar disponibles para lo que necesiten en cada etapa”.

7. Nombrar bien el cuerpo es proteger

Decir “pito” o “toto” puede parecer inofensivo, pero nombrar bien significa proteger mejor. Si no saben cómo se llama una parte del cuerpo, les será más difícil identificar o expresar situaciones de abuso. “Si no saben cómo se llama una parte del cuerpo, tampoco sabrán cómo pedir ayuda”.

8. El consentimiento se enseña desde pequeños

Respetar que un niño o niña no quiera un beso, enseñarle a decir “esto no me gusta” o explicar que su cuerpo es suyo son formas prácticas de enseñar consentimiento desde la primera infancia. “El consentimiento no se enseña el día que tienen su primera relación. Se aprende desde el primer ‘no quiero un beso”.

9. A veces educar es simplemente no cortar

Cuando un niño o niña se explora o juega con otras, no siempre hay que intervenir. Estar presentes sin juicio también es una forma de educar. “Hay momentos en que educar es no cortar la situación, sino observar y estar disponibles”.

10. Hablar de sexualidad es hablar de autoestima, placer, respeto, límites y vínculos

Educar en sexualidad no es solo prevenir riesgos: es ayudarles a construir una relación sana con su cuerpo, sus emociones y los demás. “La educación sexual no es solo para evitar riesgos, sino para vivir con placer y respeto”.

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