Con la finalidad de acelerar la industrialización de la energía de fusión y llevarla del laboratorio a la realidad cotidiana, las principales empresas europeas han decidido unir sus fuerzas para crear la Asociación Europea de Fusión (EFA).
Esta iniciativa abordará uno de los mayores retos de las próximas décadas: mejorar la autonomía estratégica de las energías limpias, siendo la energía de fusión un elemento clave de esta ambición tecnológica.
La EFA pretende construir un ecosistema europeo de fusión sólido y de categoría mundial, que garantice una cadena de suministro sostenible a largo plazo para la energía de fusión. Entre los miembros fundadores de esta asociación figuran las siguientes empresas: Alsymex (Francia), ASG (Italia), Assystem (Francia), Bruker EAS (Alemania), Demaco (Países Bajos), Gauss Fusion (Europa), IDOM (España), Simic (Italia), Subra (Dinamarca), Thales (Francia) y Trumpf (Alemania).
En el Taller de Fusión del Sector Privado de ITER, celebrado el pasado mes de mayo en Cadarache (Francia), surgió la idea de crear la Asociación Europea de Fusión (EFA), impulsada por la creencia compartida de que Europa dispone de todas las tecnologías y conocimientos necesarios para desarrollar el sistema de energía de fusión, tanto en el continente como en el resto del mundo.
Hasta la fecha, la industria de la fusión ha atraído más de 6.000 millones de euros de inversión privada a nivel mundial, mientras que las autoridades públicas europeas apoyan las iniciativas públicas y privadas de fusión con importantes planes de financiación.
Con esta visión común, la EFA pretende convertir en realidad la energía de fusión en Europa. La asociación cree firmemente que solo una Europa unida puede lograr verdaderos éxitos en este campo y evitar la fragmentación de la industria en entidades nacionales aisladas.