En el actual panorama digital, las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) están enfrentando un desafío cada vez mayor en forma de ciberataques. A pesar de que las grandes corporaciones suelen acaparar los titulares cuando se ven afectadas por incidentes de seguridad, las PYMEs no están exentas de riesgos.
En España, el panorama es especialmente preocupante: aunque los ciberataques siguen siendo la principal preocupación para muchas empresas, el Informe de Ciberpreparación de Hiscox 2023 muestra que la percepción del riesgo ha disminuido significativamente.
Menos miedo, pero más vulnerabilidad
Según el estudio, solo el 45% de las empresas españolas consideran que los ciberataques son su principal riesgo. Esta cifra representa una caída considerable en comparación con los años anteriores. Sin embargo, esta aparente disminución del miedo no significa que la amenaza sea menor. De hecho, el 73% de las organizaciones han experimentado un ciberataque en el último año, una cifra alarmante que subraya la creciente vulnerabilidad del tejido empresarial español.
Esta tendencia podría ser interpretada como un indicativo de que las empresas están subestimando el peligro real que representan los ciberataques. Muchas PYMEs creen que no son un objetivo atractivo para los ciberdelincuentes, lo cual es un error común. La realidad es que las PYMEs, a menudo con menos recursos dedicados a la ciberseguridad, pueden ser vistas como blancos más fáciles por los atacantes. Este falso sentido de seguridad podría estar llevando a una menor inversión en medidas de protección, lo que a su vez aumenta el riesgo de sufrir un ataque.
Costes y consecuencias de los ciberataques
El impacto de un ciberataque en una PYME puede ser devastador. El coste promedio de un ciberataque para una empresa en España se ha estimado en 100.000 euros. Para muchas PYMEs, un ataque de este tipo puede significar la pérdida de una parte significativa de sus ingresos, además de la interrupción de sus operaciones y un daño potencialmente irreversible a su reputación.
El tipo de ciberataques que enfrentan estas empresas es variado, pero los más comunes incluyen el phishing, el ransomware y los ataques de denegación de servicio. Estos ataques no solo buscan obtener beneficios económicos, sino que también pueden causar daños operativos significativos. Por ejemplo, un ataque de ransomware puede bloquear el acceso a los datos críticos de la empresa, lo que podría paralizar sus operaciones durante días o incluso semanas.
La necesidad de una inversión en ciberseguridad
A pesar del riesgo, la inversión en ciberseguridad sigue siendo insuficiente en muchas PYMEs. Una de las razones principales es el coste asociado con la implementación de medidas de seguridad efectivas. El estudio revela que más del 40% de las empresas no cuenta con un plan específico para hacer frente a los ciberataques. Este dato es particularmente preocupante, ya que demuestra una falta de preparación generalizada que podría tener graves consecuencias.
Además, se ha observado que la falta de formación en ciberseguridad es otro de los factores que contribuyen a la vulnerabilidad de las PYMEs. La mayoría de los ciberataques exitosos explotan errores humanos, como la apertura de correos electrónicos maliciosos o el uso de contraseñas débiles. Sin una formación adecuada, los empleados pueden convertirse, sin saberlo, en el eslabón más débil de la cadena de seguridad de una empresa.